Sobre tu foto en Serra Mall

Quiero quedarme viendo tu foto
porque en parte tiene razón Juan:
el amor es una cosa
y la palabra amor es otra cosa.
Pero el alma no tiene ni puta idea
de dónde las dos se encuentran.

Quiero quedarme viendo tu foto
hasta volverme ciego y sordo,
para no escuchar cuando ella lo besa
y se portan como pajaritos comiendo alpiste.
Mi abuela tenía dos canaritos,
se acicalaban y comían y bañaban.

Quiero quedarme viendo tu foto
para verte sonreír desde la luna
y entender que tienes razón:
que entre la belleza y la felicidad
existe un puente o conexión.
Los puentes siempre llevan a algún lado.

Quiero quedarme viendo tu foto
y convertirla en la ventana de un coche
y mirar cómo el campo se abre
y galopa más allá del cristal;
en donde un buey hace un surco
y las plantas cantan y crecen.

Quiero quedarme viendo tu foto
porque murió de tristeza el tigre
que no logró convertirse en jilguerito,
cuando decidió dejar de comer,
o en un sastre capaz de arreglarse
a sí mismo/ y coserse la herida.

Quiero quedarme viendo tu foto
porque me da un queseyó
que se siente como un gusanito
que entra a mi estómago
y da giros y mueve cosas
y me hace como así en los hombros.

Y quizá no sólo quiera
quedarme viendo tu foto.
Tal vez al rato quiera comer
o jugar unas horas Nintendo.
Dormir tampoco estaría mal.

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